domingo, 30 de diciembre de 2007

ANTOJO DE MORCILLA PATATERA.... DE MONROY

Fotografía de José Ignacio Camarero Simón


Con este título se publicaba ayer, en el suplemento El Viajero del diario EL PAÍS, un artículo que contaba las excelencias de dos establecimientos abiertos en la capital de España, con el nombre tan extremeño de EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS .

En honor a la verdad, lo "DE MONROY" en el título lo he añadido yo, pero con toda propiedad como vereis a continuación.

A uno de los dos establecimientos reseñados, concretamente, al de la Calle Infanta Mercedes, suele ir mi mujer, Maribel, pues trabaja cerca, en una ocasión que fue con sus compañeros de trabajo a comer, le dijo al dueño que la patatera era tan buena como la de Monroy, el dueño no dijo nada, pero al poco rato apareció con dos etiquetas, una era de chorizo picante y la otra de morcilla patatera, ambas etiquetas, eran de lo Hermanos Galea, S.A. además, puntualizó, que cuando se le acababa la de Monroy y tenía que sacar otra, la gente le hacía notar que ésta no era tan buena como la de siempre.

Uno mismo pudo comprobar también, hace dos o tres años, en Santander, en Hijas de Florencio, que la patatera que tanto éxito tenía en la carta de este establecimiento del Paseo de Pereda, era de los Hermanos Galea de Monroy.

viernes, 21 de diciembre de 2007

CIGÜEÑAS NAVIDEÑAS

Cigüeñas blancas,
cigüeñas negras,
vuelan ambas,
por estas tierras

Cigüeñas blancas,
cigüeñas negras,
¡Quien pudiera
blandir alas
como ellas!

Y otear el mar de encinas
¡desde lo alto, por encima!
con el rocío, con la calima.

Y pasar por la infancia
sin detenerse en ella
y volver cuando se quiera
aunque sea en somnolencia.

Y sobrevolar los muros
del odio y los sufrimientos
y esperar que los humos
se lleven resentimientos.

Y mirar el horizonte
con la mente despejada
deseando que lo noble
anide en el alma apenada.

Y despreciar por siempre
la acritud y la falacia
que la actitud entre
a ejercer la tolerancia.

Que todas las vivencias
abran nuestros corazones
que pasadas experiencias
no nos quiten ilusiones.

Que a lo largo del camino
encontremos gente amable
que no se tema al destino
que no ofendamos a nadie.

Que el corazón se emocione
con las cosas mas sencillas
que seamos tan humildes
que nos ensalce la vida.

Que todos los extremeños
creamos en nuestra fuerza
que los máximos empeños
sean el trabajo y la nobleza.

Que no falte la esperanza
de un mañana mas querido
que todo se logra se alcanza
con el esfuerzo compartido.

Cigüeñas blancas,
cigüeñas negras,
¡Quien pudiera
blandir alas
como ellas!


Andrés Gómez Ciriaco